La vuelta al mundo caminando

Para comprender la historia de Jose Antonio García Calvo primero nos tenemos que poner en su lugar.

Enero de 1999, eres el cocinero de un barco bacaladero que naufraga cerca de Noruega. Hay 17 tripulantes y todos fallecen menos tú. Te ves en aguas heladas rodeado de tus compañeros fallecidos y tienes que apoyarte en dos cadáveres para mantenerte a flote. Esperando ser rescatado, esperando morir. Justo en ese momento en el que la esperanza empieza a desvanecerse Jose Antonio, gaditano de nacimiento y de corazón, hizo una promesa a la Virgen del Carmen: si salgo de esta con vida, recorreré el mundo caminando en agradecimiento.

Jose Antonio fue rescatado.

Después de 8 meses de recuperación en un hospital los médicos le dieron una terrible noticia: no iba a poder volver a andar. Aquello fue traumático para Jose Antonio. Pero no se rindió. Estuvo dos años en silla de ruedas pero después de intensas sesiones de recuperación pudo volver a caminar. Primero con muletas, tiempo después sin ellas.

Había llegado el momento de cumplir su promesa.

Así que Jose Antonio cogió todo el dinero que tenía y empezó…a caminar. Y así estuvo durante más de 9 años. Llegando hasta sitios tan lejanos como el Tibet o la Patagonia Argentina pasando por Jerusalén o Moscú. En total ha completado más de 100.000 kilómetros. Y eso que, en teoría, no iba a poder volver a caminar. Su increíble aventura se ha hecho un pequeño hueco en periódicos de medio mundo.

Cuando le preguntan en qué países ha estado contesta socarrón «termino antes si te digo en los que no he estado: Australia y Japón».

Pasados los 100.000 km y con casi 10 años invertidos en esta experiencia Jose Antonio entendió que ya podía dar por cumplida su promesa. Para terminar su periplo hizo el Camino de Santiago… y regresó a casa.

Ya en su tierra resume su aventura con un saldo claramente positivo: hay mucha más gente amable que hostil. En cualquier rincón del planeta puedes encontrar a alguien que, sin conocerte ni tener prácticamente nada en común contigo, te echa una mano.

La sencillez y humildad con la que relata su historia no puede sino generar empatía a cualquiera que se moleste en escucharle.

Desde luego, lo que nadie podrá negar es que Jose Antonio es un hombre de palabra.

Nota: Agradecer a Nacho habernos dado a conocer la singular historia de este entrañable gaditano.

 

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Una respuesta a La vuelta al mundo caminando

  1. CURRA dijo:

    Y tanto que es un hombre de palabra de estos quedan pocos, la mayoria hacemos promesas que luego cumplimos en pequeños pagos como la tarjeta de credito. Jose Antonio pago al contado

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